martes, 3 de junio de 2008

LECTIO DIVINA –DOMINGO 10º TO. - “A”

"NO NECESITAN MÉDICO LOS SANOS"




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LA PALABRA HOY: Oseas 6,3-6; Salmo 49; Romanos 4,18-25; Mateo 9,9-13
Ambientación: Imagen o icono de Jesús. Alrededor algunas de estas frases: Sígueme; No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores; Misericordia quiero, no sacrificios.
Cantos sugeridos: Hoy, Señor, me llamas tú; Siempre confío en mi Dios

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AMBIENTACIÓN:

Quiero amor, no sacrificios. Jesús se hace portavoz de la misericordia de Dios, acogiendo a los pecadores y comiendo con ellos. La misericordia es el verdadero culto que agrada al Señor y que nosotros estamos llamados a ofrecer.

1. Oración inicial

Dios Padre, Tú nos has revelado en Jesús
tu luz y tu misericordia a cuántos confiamos en Ti;
mira ahora a tus hijos, que queremos vivir cumpliendo
siempre tu voluntad, y ayúdanos para que,
acogiendo tu Palabra en nuestra vida
con la misma disponibilidad de María,
estemos dispuestos a seguir a Jesús
sirviendo a los necesitados.
Reconocemos, Señor, que eres justo y bueno,
y que muchas veces nuestra vida cristiana es pobre, porque nos da miedo seguirte y vivir según el Evangelio.
Muchas veces creemos que en esta vida tenemos que ganar méritos para así ganar la felicidad que Tú nos prometes. Sin embargo, la salvación es tu gran regalo, y nosotros no podemos pedirte cuentas
o juzgar tu modo de actuar.
A nosotros sólo nos queda darte gracias y alabarte continuamente.


Señor, te damos gracias una vez más por todo lo que haces en la vida y en las personas; que tu Palabra nos haga testigos de tu Amor en el mundo, mensajero de tu Reino.


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I. LECTIO ---¿Qué dice el texto? – Mateo 9,9-13


Motivación: Jesús aparece en el Evangelio de hoy comiendo con gente de mala reputación, un comportamiento que en aquella sociedad resultaba escandaloso e indigno de una persona religiosa. Cuestionado por su actitud, él mismo expresa las razones que tiene para actuar de ese modo. Escuchemos.

Forma de leerlo:
1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención (sentados).

Preguntas para la lectura:
· ¿Qué oficio tenía Mateo según este texto? ¿Cómo reacciona ante la llamada de Jesús?
· Mateo ofrece un banquete a Jesús. ¿Quiénes son los otros invitados? ¿Qué reacciones provoca en los fariseos este banquete?
· ¿Cómo responde Jesús a las críticas de los fariseos? ¿Qué razones tiene Jesús para comer con pecadores?
· ¿Con qué cita del profeta Oseas responde Jesús? ¿Qué significado tiene en este contexto?
· ¿Quiénes son los invitados a ser discípulos de Jesús?

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II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?




Motivación: Las primeras comunidades aprendieron que debían compartir la mesa sin establecer distinciones ni fronteras. Así, la Eucaristía llegó a ser la máxima expresión del deseo de fraternidad y universalidad que animaba a los cristianos. Hoy podemos preguntarnos hasta qué punto seguimos también nosotros las huellas de Cristo.

· No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores… ¿Qué rasgos de la persona de Jesús destacan en el texto de hoy?
· El se levantó y lo siguió. ¿Las palabras y gestos de Jesús cuestionan en algún aspecto mi manera de seguirle?¿Qué aprendo de estas palabras y gestos?
· Muchos publicanos y pecadores vinieron y se sentaron con él. ¿Con quiénes nos sentamos hoy? ¿A quiénes excluimos de nuestra mesa?
· Misericordia quiero y no sacrificios. ¿Qué rostro de la Iglesia ofrecemos al mundo cuando somos capaces de vivir los valores que propone el evangelio de hoy?


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Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.


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III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?


Motivación: El Evangelio nos ha invitado a revisar nuestro seguimiento. También nos ha invitado a contemplar la imagen nueva de Dios que nos mostró Jesús. Miremos a este Dios-médico y dejemos que nos cure.

· Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
· Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo.


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IV. CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente alaba la misericordia que practicaron los misioneros durante la guerra en Polonia y exhorta a los suyos a vivirla constantemente: Cuando vayamos a ver a los pobres, hemos de entrar en sus sentimientos para sufrir con ellos y ponernos en las disposiciones de aquel gran apóstol que decía: “me he hecho todo para todos”; de forma que no recaiga sobre nosotros la queja que antaño hizo nuestro Señor por boca de un profeta; “esperé a ver si alguien se compadecía de mis sufrimientos, y no hubo nadie”. Para ello es preciso que sepamos enternecer nuestros corazones y hacerlos capaces de sentir los sufrimientos y las miserias del prójimo, pidiendo a Dios que nos dé el verdadero espíritu de misericordia, que es el espíritu propio deDios: pues, como dice la iglesia, es propio de Dios conceder su misericordia y dar este espíritu. Pidámosle, pues, a Dios, hermanos míos, que nos dé este espíritu de compasión y de misericordia, que nos llene de él, que nos lo conserve, de forma que quienes vean a un misionero puedan decir: "He aquí un hombre lleno de misericordia". (XI, 234)

· Compromiso: Piensa alguna obra de misericordia que practicarás esta semana con alguna persona en necesidad.


Oración final




Bendito seas, Padre, porque en la llamada a Mateo por Jesús diste pruebas de creer en el hombre, a pesar de todo; y, a su vez, Cristo permitió que los puritanos lo acusaran de ser amigo de los pecadores.
Eso nos alienta y consuela. Nosotros encasillamos fácil y estrechamente a los demás, pero tú brindas siempre una segunda oportunidad de conversión. Por eso tu reino pertenece a los pobres y a los pecadores.
Hoy nos invitas a cada uno de nosotros a dar los frutos de una religión completa y auténtica, la religión que te agrada.
Haz, Señor, que sepamos ofrecerte el culto de toda nuestra vida, y concédenos un puesto en tu mesa al lado de Cristo. Amén.


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Fuentes: “Tú tienes palabras de vida, Ciclo A”; obras completas de San Vicente de Paúl.

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